Fundación de Educación Cristiana Bethel
Nuestra Historia

Nuestra Historia

El fundador. PANEGÍRICO REVDO. CYLE G. DAVIS 21 de agosto 1917 – 29 de agosto 1999

Cyle G. Davis nació cerca de Giltner, en Nebraska el 21 de agosto de 1917. Fue uno de nueve hijos de Bert y Clara Davis. Su padre fue un campesino que trabajaba duramente para sostener a sus nueve hijos. Su madre era una excelente pianista y llenaba el hogar de música.

Cyle aceptó al Señor a los 14 años y comenzó a predicar a la edad de 16. Al llegar a los 22 ya había iniciado tres iglesias en Iowa y en Minnesota. En Albert Lea, Minnesota, durante el servicio de inauguración de la iglesia que había construido con sus propias manos, se casó con Helen Cooper, la noviecita de su ciudad natal. Cyle y Helen estuvieron casados cerca de 60 años. Dios los bendijo con dos hijas: Jerene y Ardyth; con tres nietos y tres nietas y tres hermosas biznietas. Cyle y Helen se trasladaron a Colorado y dieron inicio a iglesias en Redcliff, Steamboat Springs y Glenwood Springs.

En 1943 el hermano Davis recibió su ordenación en las Asambleas de Dios. Ese mismo año se celebró el Concilio General de las Asambleas de Dios en Springfield, Missouri y él se fue “a dedo” desde Iowa para asistir. Fue en ese concilio donde oyó al hermano Noel Perkins hacer una apelación para difundir las buenas nuevas de salvación de Dios en Sudamérica. Cyle Davis aceptó el desafío.

Con una bebé de dos meses y una niña de cuatro años, Cyle y Helen se embarcaron hacia Sudamérica en 1945. El viaje demoró un mes y fue muy peligroso pues era tiempo de guerra. Los misioneros en Chile, que eran los esposos Bueno y las hermanas Gene Brown y Bessie Pate estuvieron esperando la llegada del barco en Valparaíso, Chile, y para dar la bienvenida a la familia Davis al bello país de Chile.

Durante sus 41 años de servicio bajo la asignación directa de las Asambleas de Dios, el hermano y la hermana Davis establecieron y construyeron docenas de iglesias a través de Chile. Durante su primer período se establecieron en un barrio pobre de Santiago y comenzaron predicando del amor de Dios. Muy pronto los vecinos aceptaron a esta joven familia de americanos como si fueran de allí. Así comenzó una verdadera relación de amor entre el pueblo chileno y la familia Davis. Aunque su español no era muy bueno en el comienzo, se formó una fuerte congregación. En 1952 los esposos Davis fueron a trabajar al puerto de Valparaíso. Después de un avivamiento por un evangelista bien conocido, donde muchos fueron convertidos y sanados, establecieron el Centro Evangelístico. También establecieron y apoyaron a otras iglesias en las ciudades y pueblos cercanos a la costa.

En 1962 el pastor Davis recorrió los Estados Unidos levantando fondos para la edificación de un Centro Evangelístico en el centro de Santiago. Un año más tarde se dio inicio a la construcción de este gran complejo, que incluía un santuario, una librería y un Centro de Adiestramiento Bíblico nocturno. La dinámica congregación crecía en forma continua. En un determinado momento, hubo 28 congregaciones en conexión con el Centro Evangelístico. Cyle fue un pastor, maestro, predicador y un ejemplo para millares de ministros que están llevando el mensaje cristiano a la generación del futuro.

El hermano Davis fue bendecido con un don para iniciar iglesias y construir templos. Él tenía la filosofía de que “Si lo construyes, ellos van a venir”. Y ellos venían y seguían viniendo. Siempre se le podía encontrar a él construyendo durante el día y predicando por las noches. El trabajo duro y sus conocimientos de construcción fueron herramientas importantes para lograr dar inicio a congregaciones. Sus mejores sermones estaban inspirados durante los momentos en que estaba martillando, serruchando y vaciando concreto durante el día. El pastor Davis también fue conocido siempre por su habilidad para economizar. Nada lo detenía cuando trabajaba con los chilenos si ellos deseaban construir una iglesia. Solía usar todo clavo oxidado y doblado que estuviera disponible, planchas de toda forma y tamaño. Las iglesias surgirían casi de la nada. Él aprovechaba toda oportunidad y confiaba en que Dios señalaría el camino. Dios nunca le falló.

Aun después de su retiro en 1982, su carga por su amado país de Chile se mantuvo firme, con parte de su mejor trabajo por comenzar. El hermano Davis se dio cuenta que el Ministerio de Educación de Chile estaba ofreciendo a la comunidad evangélica una oportunidad única para evangelizar. Si se establecían escuelas cristianas y se desarrollaba la educación desde el kindergarten hasta la enseñanza media, el Ministerio de Educación de Chile subsidiaría a cada alumno para pagar los libros, la alimentación y el salario de los maestros. Se estableció entonces el Ministerio de Amor, una corporación sin fines de lucro, destinada a apoyar el establecimiento de escuelas cristianas en Chile. En la actualidad hay tres escuelas, con una matrícula de más de mil alumnos, y con planes de expansión en desarrollo. La visión del hermano Davis era que por medio de la educación cristiana, un gran número de niños y de familias llegarían a conocer la gracia salvadora de Dios.

Durante sus últimos años en Chile, Cyle estableció sus dos últimas iglesias en la región de la Patagonia; la parte más austral, la más remota y desolada del mundo. Así cumplió el mandamiento de Dios en Hechos 1:8, que dice: “me seréis testigos… hasta lo último de la tierra”.

El pastor Cyle Davis, esposo, padre, mentor y amigo, nos ha dejado para estar con nuestro Señor el 29 de agosto de 1999. Los que le conocimos, le echaremos de menos. El impacto de su vida, su espíritu pionero, su visión y liderazgo habrán de perdurar en el tiempo.

(Este fue el mensaje de despedida fúnebre, el 4 de septiembre de 1999, en Springfield, Missouri).